LA RAZÓN Y LA FE
—Pasado cierto punto, y no distante,
Exclamó la Razón, soy navegante
Sin brújula y sin luz: y sólo sé
Que nada sé —De allí para adelante
Voy yo, dijo la Fe.
Tú eres ave sin alas, pero sientes
Que las tuviste o las tendrás; y ardientes
Y eternas son tus ansias de volar,
Y horizontes sin límites presientes
Que hoy no es dado explorar.
Respeta el misterioso laberinto.
Mas, recuérdalo bien, no eres gusano;
Hállase estrecho en su mortal recinto
Tu dueño, y es por ese excelso instinto
Del mundo Soberano.
Yo marco el escalón de su nobleza,
La duración de su obra, su grandeza
Y su poder, dependen de su Fe.
Do otros terminan, el creyente empieza:
Salva el misterio y ve.
Rafael Pombo