VII
NINFOMANÍACA
Boga en sus ojos ígneos el pecado
y la traición en su sonrisa boga,
y son sus brazos pérfidos la soga
con que toda virtud ha estrangulado.
En su vientre infecundo el insaciado
cortejo de los hombres se desfoga,
e infiltra malestar, como una droga,
su beso arteramente destilado.
Sacerdotisa en el ritual venusto,
se defiende, se cimbra, se querella,
en los extremos del espasmo augusto.
Mas su imperiosa carne disoluta,
obliga al macho a devorar sobre ella
del viejo edén la insuperada fruta.
Miguel Rasch Isla