NO SON COMO LAS MOSCAS
No son como las moscas impertinentemente libres,
no,
los muertos, perfectamente honestos,
trajinan, trabajan en su asunto
revolotean,
se posan como temibles insectos, pero son
inevitablemente limpios,
extraordinariamente útiles, conscientes,
van y vienen de las estrellas,
son los absolutos,
los vagabundos sagrados,
los únicos que llevan las velas de luz fría
en el entierro caliente
del cadáver errante del Universo.
Los únicos...
Los únicos testigos de la muerte del tiempo.
Manuel del Cabral