LOS DOS PADRES
Padres los dos felices algún día
De dos hermosas vírgenes, al cielo
Plugo arrancarlas del humano suelo
Que tan sublime don no merecía.
Guarda a la tuya austera celosía,
Recio candado, religioso velo,
Y a la antorcha nupcial, ¡ay desconsuelo!
Súbita muerte arrebató la mía.
Tú al menos de su voz tierna y piadosa
El son puedes oír cabe el sagrado
Inaccesible muro que la esconde;
Yo al frío mármol do mi bien reposa
Corro en amargas lágrimas bañado:
Llamo, torno a llamar... ¡Nadie responde!
Manuel Bretón de los Herreros