AYER Y HOY
Veía correr las horas mi destino
Como ven los desiertos a la brisa:
Que sin hallar escollo en su camino
Tranquila muellemente se desliza.
Veo pasar mis días, silencioso,
Como el hojoso bosque el recio viento:
Encontrando y luchando tormentoso
Con ramas mil y tronco corpulento.
Pero si ayer pasaban sin enojos
Esos tan dulces días de la calma,
Era porque tocaban a mis ojos;
Hoy todos al pasar tocan el alma.
José Mármol