ODA XXVIII
DE DORILA
Al prado fue por flores
la muchacha Dorila,
alegre como el mayo,
como las Gracias linda.
Tornó llorando a casa,
turbada y pensativa,
mal trenzado el cabello
y la color perdida.
Pregúntanla qué tiene,
y ella llora afligida;
háblanla, no responde;
ríñenla, no replica.
Pues, ¿qué mal será el suyo?
Las señales indican
que cuando fue por flores
perdió la que tenía.
Juan Meléndez Valdés
Incluido en Biblioteca Virtual Cervantes.