EL NOMBRE
En tronco añoso de robusta encina
Que el tiempo respetó,
El bello nombre que mi ser fascina
Mi mano buriló.
Dije: «recuerdo de la historia mia,
Eterno vas a ser».
Retumbó el rayo en la extensión vacía
Y ni el árbol ni el nombre volví a ver.
En el muro macizo e imponente
Que defiende el altar,
Dentro del templo con afán ardiente
Fui ese nombre a grabar.
«De amor emblema, de constancia ejemplo»
Dije: «eterno has de
ser».
La mano de la ley derribó el templo
Y ni el muro ni el nombre volví a ver.
En el tosco peñón que desafia
Las iras de la mar,
Con agudo buril la mano mía
Fue ese nombre a grabar.
Dije: «en página eterna, vendré a solas
Ese nombre a leer».
Creció la mar, hincháronse las olas
Y ni peñón ni nombre volví a ver.
¡Oh nombre augusto que mi amor invoca!
¿Dónde te he de
escribir
Si en la encina, en el muro y en la roca
No has podido vivir?
Es que no debo verte profanada,
Cifra de mi pasión:
¡De hoy para siempre vivirás grabada
Solo en mi corazón!
Juan de Dios Peza