No eres mi prisionera
no he devastado tus lugares
lo que es tuyo permanece intacto
Igual que ayer
lo que te es cotidiano
subleva tu nombre en las esquinas
Y la misma premura de tus pasos
aglomera la noche en la distancia
irreal como el canto de los grillos
El vagabundo sigue por el parque
con algo de tu deserción o de tu escombro
tu gravedad de ángel o de niño
Lo que es tuyo permanece intacto
aún sobre tus horas más perdidas
por las calles en cruz y en ascenso
Lo que se posa en ti no te penetra
Homero Aridjis