La más joven de las tres mujeres me sonríe
es el agua que golpea en mis riberas toda la noche
la imagen que cubre el tacto inaccecible
Estaremos juntos en las bodas de Canaán
Sobre sus pupilas
yo dejo en la calle mis puertas al viento
exorcizo la indolencia y las frases
las bestias obstinadas que me hacen perder el camino
Ella pronuncia gaviotas informales
no es del todo un círculo
pero tiene imperfección
tiene alas incompletas que se completan con las mías
Su voz camina por palabras iguales
su desnudez camina entreabriendo los párpados
sus manos crecen más allá de mis manos
Su cintura se agosta su cintura llueve
apaga el instante que la quema
va dejando cuerpos a su paso
En sus pupilas
soy el guerrero invicto el bordador de semejanza alada
El temblor tremolante de promesas
Entraré de un momento a otro a sus aldeas
a sus recintos donde un adentro trémulo
mira con más ojos que lo oscuro
La más joven de las tres mujeres me sonríe
es la virgen encendida que oficia bajo la luna
cuerpos entrelazados que arden sin cesar
girasoles nocturnos que se elevan en uno
Izaremos juntos la resurrección del día
Homero Aridjis