CUANDO NACEN LOS BESOS EN EL ALMA
Un suspiro es un deseo
es un beso que se queja
de no encontrar otro beso.
Cuando nacen los besos en el alma,
nacen para buscar
a unos besos que buscan a esos otros,
sin saber donde están.
Y cuando no se encuentran y se funden
en uno cada dos,
se consume su esencia delicada
en un ¡ay! de dolor
Esa nota doliente es el suspiro
que lanzamos tal vez,
y en el aire del suspiro es el aliento
del beso que se fue.
En mi alma nacen besos que a otros buscan
y que mueren así...
Yo sé que los que quieren son los tuyos:
¡guárdalos para mí!
Álvarez Quintero, Serafín y Joaquín