PAUSAS DE AMOR
5. ZOZOBRA
Te espero en unos golfos enlutados
adonde nada de la vida llega.
Aguas que a ras de la marisma ciega,
turbias se ven de mástiles anclados.
El huracán sin fin bate nublados
y la flora oceánica doblega,
mientras la lluvia lábaros despliega
sobre los arrecifes congelados.
Ese es mi mundo y su destierro humano.
Y humanamente creo en su pavura
y en su indecible soledad confío.
Júntense allí tu sombra con mi mano,
y sígueme con toda tu amargura
por mis largas penínsulas de frío.
Germán Pardo García