EL DESPIQUE DE VENUS
Ven, acude, cefirillo,
Donde mi Lesbia reposa,
De manso arroyo al murmullo,
De verde sauce á la sombra:
Con ala tímida orea
Su pecho y su faz hermosa,
Y con tu plácido aliento
Espira en su dulce boca.
Densa turba de Amorcillos
Revuela en torno y la ronda,
Como un enjambre de abejas
Al rededor de una rosa:
Cuál en su cándido seno
Rojos claveles deshoja;
Cuál prende sus rubias trenzas
Con jazmines y violas;
Uno , las alas plegando,
Sobre una rama se posa,
Al leve peso la inclina
Y el gallardo cuerpo toca;
En tanto que otro a las Gracias
De Venus las galas roba,
Y el breve talle de Lesbia
Con el ceñidor adorna...
Pero celosa su Madre
Al punto venganza toma;
Y con la misma lazada
Allí al Amor aprisiona.
Francisco Martínez de la Rosa