MADRIGAL
Triste de mí que parto, mas no parto,
Que el alma, que es de mí la mejor parte,
Ni partirá, ni parte,
De quien jamás el pensamiento aparto:
Si parte el cuerpo triste, el alma queda
Gozosa, ufana y leda:
Sí; mas del alma el cuerpo parte, y temo,
(¡Oh doloroso extremo!)
Que en esta de los dos triste partida,
Por fuerza he de partirme de la vida.
Francisco de Figueroa