VENCIDO
Dijo entonces: «Amor, gloria, riqueza,
Os tengo de alcanzar: la empresa es alta;
Pero bástanme alientos y firmeza
Para poder llegar... ¡Cuánto me falta!...»
Y hasta ayer caminó sin desaliento;
Hoy, fatigado de vagar sin tino,
Le pesan la razón y el sentimiento,
Y descansa en el borde del camino.
Los que no llevan la pesada carga
Han realizado la difícil obra.
Y dice ante la senda, obscura y larga:
«Para poder llegar ¡cuánto me sobra!»
1895
Francisco A. de Icaza