VIDA POÉTICA
COMUNIÓN
La muerte y las ausencias despoblaron
corazones y estancias. ¡Cuánto olvido
miserable y contento tras las puertas!
¡Si yo pudiera ser el que volviese,
el que ya nunca es esperado!
Quisiera entrar y darme con figura
diferente y amada en cada sitio.
Me asomo a las ventanas. ¿Me conocen?
En la luz amarilla me sonríen.
Se dan contra mi cara, piel adentro,
el padre que se fue, el hermano o el hijo.
Me asomo a las ventanas.
Manuel Altolaguirre